Estudio de MINSAL y UC: Primero en el mundo en medir efectividad de vacuna CoronaVac
Publicada en una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, esta es la primera investigación que mide más de diez millones de personas vacunadas, en condiciones reales, estimando que la vacuna fabricada por el consorcio chino Sinovac es efectiva en la prevención de contagios de coronavirus, especialmente para los casos severos y fatales.
Actualmente, 29 naciones en el mundo utilizan la vacuna CoronaVac, producida por el laboratorio chino Sinovac Biotech. Y ha sido la más utilizada en Chile -uno de los países con mayor porcentaje de población inoculada en el mundo-, representando el 74,96% del total de dosis administradas, seguida por Pfizer (21,35%), CanSino (2,04%) y AstraZeneca (1,64%). (ver más información)
Sin embargo, mucho se ha debatido con respecto a cuánto protege realmente a la población.
De ahí la relevancia del estudio sobre la efectividad de la vacuna CoronaVac en Chile, el primero en su tipo en todo el mundo, publicado en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine. El estudio es una iniciativa del Ministerio de Salud de Chile, en el que participaron, como investigadores principales, los académicos de la Universidad Católica Alejandro Jara, de la Facultad de Matemáticas, y Eduardo Undurraga, de la Escuela de Gobierno, y Rafael Araos, asesor del Ministerio de Salud.
Como afirma el rector Ignacio Sánchez: "Es de gran relevancia que investigadores de la UC y del Ministerio de Salud hayan publicado en la revista de medicina más importante del mundo, la experiencia chilena con CoronaVac en varios millones de personas, mostrando cómo han disminuído los casos graves, las hospitalizaciones y las muertes, gracias al uso de la vacuna, aportando evidencia científica muy importante. Esto se suma a otros esfuerzos que estamos realizando como Universidad, como el estudio con 2300 voluntarios para medir la eficacia de la vacuna, y la fructífera colaboración entre investigadores chilenos y chinos".
Por su parte, el vicerrector de Investigación Pedro Bouchon, agrega: “Este es un trabajo científico de gran envergadura y un tremendo aporte, que ha implicado la colaboración entre la academia y el Estado, vinculando a nuestros investigadores con la comunidad científica internacional con los más altos estándares, y lo más importante, poniendo el conocimiento al servicio de las personas, tanto a nivel nacional como global”.
“Más allá del mérito científico de publicar en una revista de este prestigio, lo más importante es que se trata de un estudio “made in Chile”, realizado por académicos y funcionarios públicos”, afirma Alejandro Jara, quien estuvo a cargo de la metodología de la investigación.
Una gran base de datos
El estudio utilizó los datos de aproximadamente 10 millones 200 mil personas en Chile, mayores de 16 años, afiliadas a Fonasa, y vacunadas entre el 2 de febrero y el 1 de mayo de 2021.
“Es el primer ensayo de campo con una cohorte de este tamaño”, afirma Alejandro Jara. “La cantidad de gente que se vacunó fue muy grande y disciplinada, la mayoría fue por su segunda dosis a los 28 días después de recibida la primera”, añade.
“Es la primera vez en la historia en que se hace un análisis de este nivel de profundidad con datos de la población chilena”, agrega Catterina Ferreccio, del departamento de Salud Pública y Epidemiología UC, e integrante del consejo asesor del COVID-19 del Ministerio de Salud.
Como explica la académica, los investigadores “hicieron un tremendo trabajo de poder identificar a cada una de las personas que había sido vacunada y ver si habían tenido algún examen de PCR antes, durante y después de la vacuna, si habían estado hospitalizadas o incluso, fallecido, utilizando las bases de datos de Fonasa”.
“Fue un trabajo muy fino, -agrega- porque siempre hay errores en la digitación de los datos y cada laboratorio reporta de diferentes maneras los resultados de los PCR, entre otros factores, por lo que es un trabajo lento y concienzudo. Pero dejó como resultado una base de datos en la que están millones de chilenos con toda su información y por primera vez en en el mundo, han podido conocer cuántos de los vacunados se han enfermado, en qué momento después de la vacunación ha ocurrido, cuántos han muerto, cuántos han necesitado respirador, etc”.
Como dice Eduardo Undurraga: “La importancia del estudio es que muestra evidencia científica de la efectividad de la vacuna, validada por la revisión de pares y el editor de una revista que exige mucha rigurosidad. El estudio muestra cómo funciona la vacuna en el mundo real, es decir, con los desafíos que tiene desarrollar una campaña en un población heterogénea, con menor control de las condiciones de implementación. Esto permite tener datos que apoyen las decisiones en políticas públicas y de salud en Chile y en otros países del mundo que están usando esta vacuna, en un contexto de incertidumbre y nuevas olas de contagio”.
Efectividad vs. eficacia
Las vacunas deben pasar varias fases antes de ser utilizadas en humanos. En este caso, dada la urgencia de la pandemia, solo existía la evidencia de las fases 1 y 2 de seguridad de uso para la vacuna CoronaVac.
Luego viene la fase 3, que es un estudio de eficacia. Como explica Catterina Ferreccio, “mide cuánto protege la vacuna. Necesita un grupo control, que sea igual al vacunado. Se eligen voluntarios de cierta edad, que no tengan enfermedades crónicas ni deterioro cognitivo, entre una serie de requisitos que los hacen no comparables a la población general. Son generalmente más sanos y de un nivel socioeconómico un poco más alto que la población media que está vacunándose en Chile. Se llama eficacia porque funciona en la situación de laboratorio, pero no sabemos cómo va a funcionar en la vida real”.
Pero la crisis sanitaria ha hecho que se dé la inédita situación en que la fase 3 y 4 se realicen de manera prácticamente paralela. La última etapa es la que se conoce como estudio de efectividad, y corresponde precisamente al realizado por el Minsal y los académicos de la UC.
En esta fase se estudia la realidad. “Es decir, no se elige a quiénes se vacuna. Pueden ser gordos, flacos, hipertensos, diabéticos, enfermos renales, tener deterioro cognitivo… y de cualquier edad. Se vacuna a todo el mundo. Y no con el estándar perfecto que hay en un laboratorio, sino la vacuna que viene en una caja desde la Central de Abastecimiento a una posta rural, por ejemplo, que lo mantiene en su refrigerador local y te vacuna un estudiante de enfermería. Se mide la efectividad real”, afirma Catterina Ferreccio.
“Los dos tipos de estudio se complementan bien”, afirma Eduardo Undurraga y añade: “En los estudios de eficacia tienes una muy buena estimación causal, pero menos validez externa, porque estimas en un ambiente de implementación súper controlado, en condiciones más ideales; mientras que el estudio de efectividad te dice cómo funciona la vacuna en el mundo real”.
Los resultados
Los investigadores estimaron que, entre las personas que recibieron sus dos dosis de vacuna CoronaVac, y luego de transcurridos 14 días, la efectividad fue de:
- 65,9% para prevenir el contagio de Covid-19 (Intervalo de Confianza, IC, de 95%, 65,2 a 66,6)
- 87,5% para prevenir la hospitalización (IC 95% 86,7 a 88,2)
- 90,3% para prevenir el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI (IC 95% 89,1 a 91,4)
- 86,3% para prevenir la muerte (IC 95% 84,5 a 87,9).
Como comenta Alejandro Jara, "los resultados muestran que si 100 personas se hubieran contagiado estando no vacunadas, requiriendo de una unidad de cuidados intensivos, solo 10 de ellas hubiesen requerido de esta unidad si al momento de exponerse al virus hubieran tenido las vacunas".
“La vacuna de Sinovac tiene una alta efectividad para Covid severo y fatal, y por lo tanto, ha evitado muchas hospitalizaciones y muertes en Chile. Lo más importante, sin embargo, es que está disponible. Si la campaña de vacunación de Chile estuviera basada en vacunas como Pfizer/BioNTech o Moderna, que tienen una altísima demanda de países mucho más ricos que Chile, probablemente tendríamos un porcentaje de población vacunada muchísimo menor”, afirma Eduardo Undurraga.
“El objetivo de la publicación era generar datos objetivos y rigurosos, que refuercen la confianza de la población en el programa de vacunación, en medio de un ambiente donde hay mucha “opinología”. Este es el único estudio con este número de personas -más de 10 millones- y permite afirmar que CoronaVac ha ayudado de manera efectiva en el manejo de la pandemia en el pais”, agrega Jara.
Trabajo conjunto
Un aspecto relevante del estudio, es que aportó evidencia para que la Organización Mundial de la Salud, OMS, aprobara la vacuna CoronaVac para uso de emergencia. En otras palabras, la OMS entrega una forma de garantía de que la vacuna cumple las normas internacionales de inocuidad, eficacia y fabricación, y permite a los países agilizar el proceso de autorización de la importación y administración de la vacuna.
Pero además de la disponibilidad de la vacuna y una toma de decisiones informada por parte de los países, los investigadores son enfáticos en afirmar que lo más importante es que toda la población se vacune.
Como afirma el profesor Undurraga, “mi impresión es que siempre se puede hacer mayor énfasis en educar a la población. Con las vacunas se produce esta paradoja: precisamente en los lugares que tienen menor carga de enfermedades infecciosas, en parte por el éxito de las vacunas, es donde los grupos anti vacunas han tomado más fuerza”.
Como concluye el profesor Jara, el estudio “representa un buen ejemplo del cómo la academia y el Estado pueden trabajar juntos en la evaluación en tiempo real de una política pública, y de cómo la universidad enriquece al Estado, poniéndose a disposición de la ciudadanía para resolver temas urgentes”.
“El objetivo de la publicación era generar datos objetivos y rigurosos, que refuercen la confianza de la población en el programa de vacunación" - Alejandro Jara, académico Matemáticas UC e investigador principal del estudio.